Que curiosa es la vida no crees!! hace tan solo unos meses éramos muy buenos amigos, quizás algo más que no sé como podría describir, compañeros de aventuras, coincidentes de pensamientos, confidentes de sentimientos ¿encordados?, si, esa sería una buena descripción. Y ahora ya ves, tan alejados que no sabemos nada el uno del otro, tan solo nos quedan los recuerdos, unas fotos, unas conversaciones y muchas enseñanzas, al menos por tu parte, porque confieso haber aprendido de ti demasiadas cosas sobre la vida, de ti aprendí a valorar lo simple, lo místico, la familia, aprendí sobre el ser humano y a entenderlo un poco más, resulta difícil creer como algo que no se ve puede romper tantas relaciones entre semejantes, ese "ego" que tú me enseñaste a ver y que al final acabó por separarnos, desde entonces tengo más miedo a los escaladores que a la propia escalada.
Déjame que te cuente que estoy bien, que escalo de vez en cuando, por supuesto cositas muy sencillas y en solitario, siento tal placer incluso con estas sencillas escaladas que no me cambiaria por el mejor alpinista acrobático de moda, ¡¡que feliz soy cuando uso las manos para ascender una bella pared!!; aun conservo tus enseñanzas presentes en cada salida, sobre todo disfruto mucho jugando a imaginar tener “la mirada alpina”, ¡¡como recuerdo verte mirar la pared y con tu dedo dibujar una línea perfecta!!, y aunque sabes que no tengo absolutamente nada de ese DON que tú tienes te digo que sueño líneas evidentes, busco el punto débil de la pared y que línea seria la mas romántica, luego las escalo por la noche acostado en mi cama con los ojos cerrados, errando en solitario en esta locura de la montaña, ¡¡que fascinante es escalar sintiendo ser el dueño de cada movimiento de tu cuerpo!!.
Cada semana escalo menos, hace ya 20 días que no siento peso en la cintura, que no se me ponen las manos blancas y que no huelo a roca ¡¡Cuánto lo echo de menos!!, mi alma se empobrece y se queda desolada cuando permanezco largas temporadas entre las masas y la cautividad. Se me hace difícil soportar la verdad, se que lo voy a dejar definitivamente y eso me duele en lo más interior, pero he de ser realista amigo, no soy un buen escalador, y no es porque no sepa escalar, tu sabes que para ser escalador hace falta ser de una forma concreta, y a mi ser así me da miedo.
Ahora estoy muy tranquilo, he vuelto a lo que siempre he hecho antes de conocerte, mucha bicicleta, andar, ¡¡sabes!! también estoy empezando a correr, correr en montaña te hace sentir libre, es como dominar la naturaleza, todo es inmóvil e inanimado y tu atraviesas ese mundo como si fueras el mismísimo rey león!!, pero ahora disfruto de otra forma, vivo lo simple, sonrío a cada minuto, me empapo de cada sensación, absorbo cada rayo de sol, robo todos los olores que puedo y me llevo a mi casa todas las imágenes que encuentro, todo es bello, cualquier cosa es sublime, la alquimia me posee!!
En fin querido amigo, no quiero despedirme sin asegurarte que volveremos a vernos en esta vida, tal vez será el día que por fin lo haya dejado definitivamente y tenga el valor necesario para afrontarlo, mientras tanto me encuentro resguardado y protegido en este estado de alejamiento, de cobardía y de miedos del que no pretendo salir. No deseo ni quiero saber de ti, imagino que estas bien y que vives la vida alejado de todos esos que tanto te envidian.,,.. entre ellos yo.
Saluda a todos y deseales bonitas escaladas romanticas.
Fdo: tu alumno romántico, el que te robo “La alquimia” provocando pasiones eternas
Historia irreal.