"Tu tiempo es limitado, de modo que no lo malgastes viviendo la vida de alguien distinto. No quedes atrapado en el dogma, que es vivir como otros piensan que deberías vivir. No dejes que los ruidos de las opiniones de los demás acallen tu propia voz interior. Y, lo que es más importante, ten el coraje para hacer lo que te dice tu corazón y tu intuición."

lunes, 7 de febrero de 2011

Los colores se encondieron


 No era más que una estupidez, algo que llevaba en el apartado de “me haría ilusión” desde hace tiempo, pasar una noche con tres buenas compañeras, la luna, la roca y la soledad.

 Podría haber subido en coche, o en cualquier otro vehiculo, incluso me podrían haber llevado, pero preferí cargar la mochila con todo lo que encontrase por casa, cosas totalmente innecesarias, con el mero pretexto que pesaran, es una forma de ganarse la escalada, porque escalar pasándolo mal y con excesiva dificultad no es nada bonito, pero escalar sin merecerlo es aun peor.

 Llegue al atardecer a su pie, y te das cuenta que el sol deja los mejores tonos para las cumbres, ¡¡cualquier trozo de montaña cobra vida a estas horas!!; Me senté encima de un bloque y observe como los escaladores de dificultad se afanaban en superar un solo metro de roca, apartando de ellos la oportunidad de devorar metros de bellas escaladas románticas. Supongo que la pasión que tengo por el cuartogrado me hace ser una especie de dictador en este sentido.

 Todo se quedo en silencio, solo se escuchaban los últimos susurros descender hacia el valle, mientras el sol se despedía de su jornada de trabajo, hoy había sido un duro día para él, yo fui el ultimo en verlo y le desee un buen descanso,,, ya había comenzado la escalada, con sumo cuidado, muy despacio, devorando cada movimiento con la máxima expresión de mis ojos, agarrando las presas como si fueran el rostro de una bella dama, una ruta de cuartogrado, limpia, fina, soberbia, la primera que se uso para subir a este trozo de roca roba almas, ¡¡acaso no es esto la plenitud!!

 Y la noche llego, todos los colores se escondieron y la oscuridad se hizo la dueña, los hombres organizados descansaban en un mar de lucecitas, otros, soñaban con ser un trocito roca al menos durante un instante.