Relato personal de una primera carrera.
Me crucé con ellos hace dos años, yo bajaba con la bici de las murallas de kingkong y de repente aparecieron corriendo de entre los árboles, quede sorprendido que como esa gente era capaz de correr por la montaña y como subían las cuestas con esa agilidad!!!, no hablaban, iban en fila, no se les oía respirar, solo corrían.
Me produjo tal curiosidad que dos meses después me compre mis primeras zapatillas de montaña y comencé a correr un poco, en seguida me di cuenta que era algo realmente duro y me pregunte como aquellos corredores eran capaz de subir corriendo, es una imagen que tengo grabada en la cabeza desde aquel día.
Seguí saliendo a correr de vez en cuando, poco a poco fui creciendo como corredor y en cada salida quedaba más enganchado. El año siguiente ni me plantee apuntarme al valle, hubiera sido incapaz de ni siquiera terminar una carrera de 21km, para mi todos los que terminaban eran auténticos dioses, correr durante 22km por la montaña es algo que yo admiraba y envidiaba.
Este año y gracias al empuje de amigos como Ana (viruta), su padre (auelo) y Ramonet, me propuse como meta prepararme para poder terminar esta carrera, además tenía una ventaja, conozco el recorrido como el camino al trabajo. He pasado el verano corriendo por todas estas montañas con la ilusión de participar en esta prueba, y no solo me ha valido para afrontarla, si no que lo he pasado realmente en grande en cada salida, cuanto más corría más feliz me sentía.
Entraba todos los días en la web para ver si habían abierto la inscripciones, el mismo día que las pusieron me puse súper nervioso y me apunte el 5º, hice mil preguntas a Ana para ver si lo había hecho bien; todos los días entraba para ver que no me habían borrado e iba viendo quien se apuntaba a ver si conocía a alguien. He descubierto algunos blogs de gente estupenda, también he hecho nuevos amigos en las redes sociales, gente sana y sin pretensiones de grandeza. Poco a poco me he dado cuenta de lo bonito de este mundillo de las carreras, en el que cada uno lucha por su meta y se propone su propia batalla en total libertad.
La carrera.
Ni que decir tiene que la noche anterior no pegue ni ojo, dándole vueltas a todo y repasando cada movimiento para que fuera un día especial, todo preparado en la silla en perfecto orden, la tarde anterior me la pasé probándome todas las camisetas para asegurarme con cual iría mas cómodo, y eso que son todas viejas y las tengo mucho tiempo. Las zapas estaban claras, las salomón, los cucos (como dice Ana) también, los calcetines lo mismo, ¿gorra si gorra no?, mil dudas de que bidón me llevo, cien veces saque y metí el pulsometro de la caja, ¿para qué llevarlo?, cuanto más simple mejor, al final lo dejé.
No tenía ninguna experiencia en carreras, pero había leído tantos blogs que era ya una especie de maestro teórico, la noche anterior cena de pasta, dormirme viendo un motivante video del UTMB, levantarme muy temprano, desayunar cereales con tranquilidad, sentarse en el trono escuchando tu música prefería mientras el cuerpo hace limpieza, lo que no haga falta que se quede en casa. Después un ratito en el sillón con los ojos cerrados, “no gana el que llega antes, si no el más disfruta”, esa es mi meta y mi batalla, disfrutar todo lo que pueda.
Llego una hora antes a la Fuensanta, me da un poco de vergüenza pero es que quería ver como se formaba el ambiente, como llegaba la gente y que hacía, quería aprender a moverme entre ellos. Al poco llega ramonet, que alegría y que tranquilidad me dio su presencia, me sentía ya “protegido”, su experiencia en este mundillo me transmitía calma. Me presentó a alguna gente que yo admiraba de leer sus blogs o en el foro, como Vitorunner, capamunt, y más gente que ahora no se encajar nombre/cara.
Por defecto de vicio, (los ciclistas somos así), me iba fijando en los corredores y en sus piernas, interiormente iba clasificando, este un maquina, este vuela, este corre?, este gana… y al contrario que en la bici, me equivoque en casi todos, aquí las apariencias engañan.
Recogemos el dorsal, me toca el 295, ¡¡pero si me apunte el 5º!!, bueno no pasa nada. ¿Cómo leches se pone el chip en las salomón?, al final una brida soluciona el problema y listo, así que nos vamos corriendo hacia el autobús que nos llevará a la salida, es grande, azul, que chulo!!, yo esperaba uno de esos urbanos rojos con asientos de madera. ¡¡Cuánto corredor!!. En la salida a la que llegamos bastante pronto se palpa un ambiente de camaderia, todo el mundo saludaba a todo el mundo, fotos por todos lados, bromas, sonrisas, unos ya estaban corriendo subiendo y bajando, otros preguntaban si había cerveza en los avituallamientos, yo me dedique simplemente a observar y me abandone al mero placer de ser uno más, uno de lo que yo admiraba tiempo atrás, como dijo la de la tele,”este es mi momento”.
Está a punto de dar la salida, en sus manos tiene un pistolón que asusta, nos desea suerte y apuntando hacia arriba hace que la marabunta de corredores salgamos hacia la batalla. Nada más salir se comienza a subir por la pista, llevo un ritmo suave, me concentro mucho en la respiración, me aíslo de los demás y me centro mucho en mis sensaciones, no me importa que me adelanten o que vayan mas rápido, tengo que ir a mi ritmo para disfrutar hasta el final.
Termina la pista justo cuando llevamos un kilometro, entramos en la senda en fila de uno, aunque hay adelantamientos de algunos intentando ganar un puesto o dos, no importa, yo sigo mirando mucho a los corredores y viviendo profundamente el momento, ¡¡estoy en una carrera!!. Llegamos a la zona de la cresta, llego a la altura de Fernando barcelo, lo conozco de leerlo en su foro y de verlo por su curro, sé que es un buen corredor y me alegra estar junto a él unos metros., también veo a Antonio Planes, otro figura del club Senda. Subimos a la panocha, hay gente escalando y un ambientazo deportivo se forma en estos momentos, saltamos al paisaje lunar, me alegra no encontrar apenas atasco en este punto, esperaba que aquí estaría parado bastante tiempo. Comienzo la bajada por el zigzag y me encuentro con Juan de Dios, lo he conocido por la red unos días antes y lo saludo, un tío grande al que todo el mundo conoce, debe de ser una persona formidable.
Llego al final del zigzag y miro el reloj, 0:35, 3 min mas tarde del tiempo que suelo hacer, eso me da muchísimos ánimos, si todo va bien podré entrar en lo previsto, que tenia calculado en 2:35 ¡¡qué bien!!. Ahora vamos por una zona muy amplia, así que como me he animado apreto un poquito pero con maña, se que la carrera se decide en las murallas, si llegas bien al comienzo de ellas entonces terminas bien con toda probalidad. Comienzo a bajar con un grupito de gente hacia la sartén, ritmo moderado, vamos rápido pero sin apurar, voy muy cómodo de momento entre tanta gente, me siento muy agusto y lo estoy pasando muy bien, la gente se queja del calor mientras yo me encuentro perfectamente, ser local es una ventaja en este aspecto.
Bajamos la sartén muy rapiditos, me adelantan algunos fieras que da gusto verlos, como corren¡¡¡¡. Llego al final del puente natural, mi tiempo normal en este punto es 1:01, miro el reloj y sorpresa, ¡¡0:59!!,, ooooooohhhh que bien, voy a mi ritmo, incluso un poquito mejor, otra vez que me animo y sonrío, como estoy disfrutando¡¡¡. La salida de la sartén no me gusta nada, es una senda que tienes que andar para poder llegar bien a las murallas, así que salgo con tranquilidad de esta zona. A partir de aquí yo sigo con mi ritmo, pero no sé porque comienzo a adelantar a gente que antes me había adelantado, no lo entiendo, yo mantengo el mismo ritmo así que esta gente se ve que se han quemado o algo les ha pasado. Llego al punto que yo utilizo de revisión de forma, la subida a las murallas, aquí es donde yo evalúo mis sensaciones y calculo el ritmo a partir de las fuerzas que me quedan, como me encuentro bien decido que hoy voy hacerlas un poquito más rápido de lo de costumbre, pero sabiendo que queda el cortafuegos y la bajada final.
En las murallas adelanto a mucha gente, bueno no tanta, quizás 10 o 11, pero adelantar en este punto a corredores era para mí algo inesperado, yo tenía previsto que me adelantaran por todos lados y claro, esto me da un poquito de ego y me crezco, para que engañarnos. Paso las murallas muy bien, mejor que nunca ¿será el dorsal?, me pregunto. Llego al avituallamiento del final, abro el bidón antes de llegar y sin apenas pararme lo relleno de agua, lo siento pero estoy pasándomelo tan bien que quiero seguir corriendo sin parar, no tengo ningún dolor, o si lo tengo y no lo siento, no lo sé, estoy tan contento que parece que estoy escalando el espolón central o la Gene.
A partir de aquí me pego a un chaval con el que llegaré al final, no se su nombre ni su dorsal, pero me puse a su ritmo y me llevo a la meta de la mano, es un chaval con el pelo muy muy rizado, iba de negro total. Al principio lo adelanto, hasta las antenas va detrás de mí. En las antenas no paro, me queda agua del segundo bidón!!! Estoy tan implicado que ni tengo sed, así que paso de rellenar y sigo. Aquí me adelanta este chaval de antes, baja rapidísimo por la pista, intento seguirlo pero mi gandulería de no hacer abdominales me frena, me duele la barriga, aun así voy a limite y logro alcanzarlo aunque va a unos metros, de repente hace algo que me deja “pensando”, antes de entrar al mirador se saca el bidón y lo vacía completamente, como quitándose peso, uuufffff como va a bajar este maquina!!!!.
Entro al mirador, lo conozco muy bien pues suelo escalar en la escuela de artificial que hay en la bajada, y además suelo bajar con la bici bastante por esta senda. Voy disfrutando, rápido, siento fluir sobre la senda, me encuentro cómodo bajando, conozco cada piedra que viene y por donde trazar, adelanto a tres en esta bajada, el dolor de barriga ya es insoportable, prometo hacer 100 abdominales diarias a partir de hoy!!!. Salimos de la senda, el chico del bidón ya se ha perdido por delante, vaya maquina!!!, sigo a otro a lo lejos, me cruzo con Pilar correbirras, me hace una fotillo y la saludo de pasada. Entramos en la rambla, voy despendolado!!!, el ritmo ya es incontrolable, queda muy poco así que voy a darlo todo, adelanto al chaval que iba delante, en el último repecho comienzo a oír aplausos y bocinas, ya esta, estoy llegando, ya llego, ya llego!!!, al saltar el repecho aparece de golpe la meta, la gente que se agolpa alrededor aplaudiendo, el pasillo antes de la meta hay niños que sacan la mano para que las toque, joder me siento como kilian terminado la UTMB, aunque no te conozcan te aplauden y te animan, y eso emociona, si!!!, y cruzo la meta, por fin!!!, ya está, he llegado, lo he logrado, mi primera carrera es un hecho, estoy aquí, en el otro lado, agotado pero súper feliz.
No sé qué hacer y sigo por el pasillo de vallas, hay unas sillas y unos chavales me piden el chip, se lo doy y sigo adelante, veo un puesto de cocacola, me bebo tres seguidas,,, uummmm que buena esta la cocacola hoy, tiene un sabor especial, sabe diferente a otros días, entra refrescado cada rincón de este cuerpo. Corriendo me vuelvo hacia atrás, voy en busca de Carlos y Joan que están antes de la meta, me felicitan y me quedo allí animando a todos los que van llegando, me fijo en la cara de todos y comprendo porque este mundo de las carreras es tan grande, no se corre para ganar, corremos para luchar y compartir.
Quiero agradecer a todos los que han hecho posible que entre en este mundillo, a Ramonet, Ana, el Auelo, A roca, a juankir, a los blogs que he leído (los tengo en favoritos) y he aprendido de ellos, a Correbirras por enseñar este mundillo en su web, y a Carlos y Joan por venir.
Siento el ladrillo, quería detallarlo todo, para no olvidarlo nunca.
La próxima, cuando baje de la nube....
para mi, entrar fue mi meta. |
PD: si consigo alguna fotillo mia en la carrera la añadire a la entrada.