Cuando comenzamos un entrenamiento, carrera o prueba corriendo
por cualquier montaña, nos adentramos en un momento psicológico especial. Es la
separación espiritual del mundo habitual, de la vida cotidiana y sus banalidades,
egoísmos, las obsesiones son ahuyentadas, entramos en un mundo nuevo purificado
y positivo, prevaleciendo la sinceridad sobre la naturaleza.
Cuando pasamos los
primeros kilómetros nos transformamos, nos volvemos humanos, la magia nos
envuelve y nos abandonamos al mero y
simple placer de correr, es un juego de consciencia, adquirimos una nueva
realidad, transparente, desconocida y que nos hace sentir libres.
Con el paso de kilómetros
la implicación con la montaña aumenta, nos sentimos estimulados, formamos parte
de este nuevo mundo, escuchamos el silencio de la libertad , melodías de
humildad nos inundan.
Entrenamientos Trail Running en el valle Murcia.